Tipos de sueños, sus efectos según sus carencias

Que el sueño tiene por finalidad descansar al máximo el organismo y la mente de la fatiga producida por la actividad, es algo -bastante- evidente. Que cumple una función reparadora y que los diferentes tipos de sueño y diferentes fases tienen una importancia distinta en esta función, es cosa que ha quedado suficientemente clara.



La disminución de la actividad cerebral durante el sueño lento, sobre todo en las fases III y IV en las que el sueño se hace más profundo, sirve, principalmente, a un descanso mental, por lo tanto podemos decir que es un tipo de sueño de descanso.El descenso máximo del tono muscular alcanzado durante el sueño paradójicotributa, ante todo, un descanso al cuerpo.


El tipo de sueño paradójico tendría también una serie de funciones más activas según algunas teorías. Así, podría servir para una activación del cerebro y del sistema nervioso, podrá compensar la baja alerta del organismo durante el dormir. También este tipo de sueño serviría para una descarga liberadora de las pulsiones. Y así mismo, jugaría un papel de desarrollo relacionado con la memoria y las aptitudes intelectuales.


Tipos de sueño reparadores


Cada tipo de sueño tiene un significado reparador diferente y conviene no olvidar que los cambios en los ritmos y el mal uso de las horas de sueño o insomnio de que disponemos tiene unos efectos perjudiciales.


Las consecuencias de la falta de un tipo de sueño o de otro son distintas. La privación o disminución del estadio IV (de sueño profundo) del dormir lento, vuelve a los sujetos (en caso experimental de privación) depresivos e hipocondríacos.


La privación del tipo de sueño paradójico conduce a la aparición de una integración social e interpersonal reducida. Los sujetos tienen más dificultades para el trato con los demás, se vuelven confusos, desconfiados y retraídos. Pierden seguridad en sí mismos y experimentan ansiedad. En algunos, su lenguaje refleja una exageración del erotismo.


Ante ese tipo de consecuencias, cabría mostrarse muy pesimistas, de no ser porque la naturaleza ha procurado un mecanismo de compensación. Si un día tenemos menos tipos de sueños lentos o paradójicos, el dormir siguiente es más rico en el sueño que ha ocupado menos nuestra fase de sueño anterior.