Síndrome de apnea del sueño

Síndrome de apnea del sueño: un poco de historia

Ya en el siglo XVIII, algunos escritos médicos franceses mencionaban un síndrome diagnosticado como «la tombée de la luette». En ellos se menciona la hinchazón de la úvula, la falta de sueño y el deterioro del estado general de salud.

Muchos personajes históricos que desempeñaron un papel destacado en la historia sufrieron esta afección, como Dionisio de Heraclio, Winston Churchill y Napoleón I. Este último, que tenía fama de dormir muy poco, fue el primero en padecerla.

Napoleón I, que tenía fama de dormir poco y levantarse varias veces por la noche para trabajar, sufría en realidad el síndrome de apnea del sueño. Presentaba varios síntomas, como somnolencia intensa durante el día, disminución de la capacidad intelectual y un importante aumento de peso en los últimos años de su vida.

Joe el «niño gordo» de los Pickwick Papers, Ilustración de Kyd (Joseph Clayton Clarke)

Ignorado durante mucho tiempo, el síndrome de apnea del sueño (SAS) se describió en 1956 con el nombre de «síndrome de Pickwick», cuando un grupo de médicos estadounidenses observó que algunos de sus pacientes obesos se quejaban de cansancio extremo y que podían quedarse dormidos de forma totalmente involuntaria.

Lo bautizaron como «síndrome de Pickwick» en honor a uno de los personajes de la novela de Charles Dickens, que tiene la peculiaridad de quedarse dormido estando de pie. Los médicos atribuían -erróneamente- esta irrefrenable necesidad de dormir a la combinación de dos factores: el exceso de peso y unos niveles anormalmente altos de dióxido de carbono en la sangre.

En 1965, Henri Gastaut, médico especializado en epilepsia, observó que los pacientes que dormían y sufrían el «síndrome de Pickwick» dejaban de respirar repetidamente, y fue entonces cuando le dieron el nombre de «apnea», término compuesto por el griego a- privativo y el verbo griego -pnoea que significa «soplar, respirar»: privado de respiración.

En 1972, el Dr. Christian Guilleminault definió el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). Se caracteriza por la presencia de más de 5 apneas por hora de sueño en el paciente. Independientemente de que el paciente padezca también hipoventilación alveolar u obesidad.

El Dr. Sullivan en el stand de Dormir.org.es – Congrès du sommeil 2019, Lille.

En los años 70, un australiano, el doctor Colin Sullivan, pasó unos años en la Universidad de Toronto estudiando los ritmos respiratorios de los perros durante el sueño (los perros molosoides son los únicos animales, aparte de los humanos, que pueden sufrir apnea del sueño).

De vuelta a Sydney, trabajó en el departamento de enfermedades respiratorias del Royal Price Alfred Hospital de Sydney, tratando a pacientes que sufrían diversos trastornos respiratorios. Sin embargo, la principal preocupación de estos pacientes seguían siendo los ronquidos.

Mejor que muchos de sus colegas, el Dr. Sullivan sabe que los ronquidos son un síntoma frecuente de una patología grave: la apnea del sueño, que sólo se ha identificado recientemente.

Sus años de estudio de los perros le dieron una idea, y desarrolló una máscara adaptada al hocico de sus sujetos caninos. La máscara bombeaba aire ambiente, lo que aumentaba la presión en la garganta e impedía que se contrajera.

Los experimentos realizados demostraron que el suministro constante de aire mejoraba considerablemente la calidad de su sueño. En 1980, el Dr. Sullivan probó su descubrimiento en un hombre que padecía un SAS tan grave que el médico le recomendó una traqueotomía inmediata (en aquella época, uno de los únicos tratamientos reconocidos para la apnea del sueño).

El paciente rechazó la traqueotomía, pero aceptó ofrecerse voluntario para probar el invento del Dr. Sullivan. El Dr. Sullivan había construido un modelo experimental cogiendo el motor de una aspiradora y conectándole tubos de plástico, añadiéndole después una máscara de buceo con los bordes recubiertos de silicona para evitar cualquier fuga de aire: ¡había nacido el tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP)!

La presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) es un tratamiento eficaz desde 1981.

Los principales beneficios son la mejora de la vigilancia diurna, pero algunos estudios señalan una reducción de la mortalidad, los infartos de miocardio y los accidentes de tráfico.