Durante eldía, los signos más típicos que sugieren un síndrome de apnea del sueño incluyen somnolencia diurna excesiva, especialmente molesta por la tarde, problemas de memoria, problemas de concentración y atención, irritabilidad, trastornos del estado de ánimo (tristeza, falta de energía) y dolores de cabeza por la mañana. La somnolencia puede ser sustituida por fatiga diurna.
Durante el sueño, lo más frecuente son los ronquidos, con paradas respiratorias observadas por los allegados, a veces despertares bruscos con sensación de ahogo o asfixia, y episodios inexplicables de taquicardia.
El sueño es agitado y las sábanas están desatadas por la mañana. Puede producirse una importante sudoración durante el sueño. La persona se levanta varias veces para orinar (nicturia). A veces se asocia bruxismo (rechinar de dientes) o reflujo gastroesofágico nocturno (ácido estomacal que sube a la garganta).
El insomnio, cuando existe, tiende a producirse en la segunda mitad de la noche, y el sueño se experimenta como no reparador. Las personas de su entorno describen a veces sonambulismo (comportamiento errante), terrores nocturnos (el durmiente se agita y empieza a gritar a un enemigo o a un peligro invisible) o vigilia confusa (la persona se despierta y ya no sabe dónde está ni qué ha pasado).
– Centrarse en los ronquidos
El ronquido es un signo muy frecuente del síndrome de apnea del sueño, que se da en alrededor del 40% de la población adulta, con mayor frecuencia en los hombres. Está causado por la fricción vibratoria del aire que pasa a través de las vías respiratorias superiores estrechadas.
El obstáculo puede estar situado a niveles muy diferentes, en la cavidad nasal o más abajo, en la zona faríngea. Aumenta con el consumo de alcohol, los fármacos sedantes, el aumento de peso y dormir boca arriba. Es uno de los principales marcadores del síndrome de apnea obstructiva del sueño.
Cuando está aislada, fuera de cualquier síndrome de apnea del sueño, no parece estar implicada en la génesis de la somnolencia diurna ni de las enfermedades cardiovasculares.
Los lubricantes nasales, descongestionantes y dilatadores nasales que se venden en farmacias no han demostrado su eficacia.
Si el ronquido es aislado y socialmente molesto, puede intentarse un tratamiento quirúrgico, pero no hay garantías de éxito. En ciertos casos, puede proponerse una órtesis (véase el tratamiento del OAM).
– Centrarse en la somnolencia
La somnolencia es uno de los síntomas más molestos del síndrome de apnea del sueño. Se produce principalmente en situaciones monótonas. Es patológica porque es inusual e incluso peligrosa.
Puede sorprender a las personas cuando están con amigos, en una reunión, en el cine (quedarse dormido en casa delante de la televisión no tiene el mismo valor patológico) o, lo que es peor, al volante de su coche. La somnolencia y la fatiga están implicadas en el 10% de los accidentes mortales al volante (Summala y Mikkola, 1994).
A menudo es subestimada por el paciente, que no la percibe necesariamente, mientras que los que le rodean son más críticos. Para evaluarla, existe la escala de Epworth, que se puede rellenar en línea. Una puntuación total igual o superior a 11 es claramente anormal. Por encima de 15, es claramente patológico.