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Parasomnia. Trastorno del sueño en niños y adultos. ¿Cómo tratarlo?
La parasomnia es un término muy amplio que se utiliza para describir diversos trastornos relacionados con un sueño perturbador poco común.
Las parasomnias son trastornos disruptivos del sueño, actos físicos intensos y frecuentes que se producen mientras se está dormido y que pueden ocurrir durante los despertares del sueño REM o despertares parciales del sueño no REM.
Algunas parasomnias comunes incluyen el trastorno de comportamiento REM (TCR), el sonambulismo, hablar dormido, terrores nocturnos, pesadillas, despertares confusos, rechinar de dientes, trastornos del movimiento rítmico, parálisis del sueño.
Calambres nocturnos en las piernas
Los calambres nocturnos en las piernas se producen de forma repentina. Se producen contracciones involuntarias de los músculos de la pantorrilla durante la noche o en los períodos de descanso.
La sensación de calambre puede durar desde unos pocos segundos hasta 10 minutos, pero el dolor de los calambres puede permanecer por un período más largo. Los calambres pueden afectar a personas de cualquier grupo de edad, pero tienden a ocurrir en la población de mediana edad y mayores.
Distonía paroxística nocturna
La distonía paroxística nocturna (DPN) es un ataque motor complejo que surge bruscamente durante el sueño, especialmente durante el sueño no REM. El DPN se caracteriza por la convulsión repentina seguida de agitación motora con una postura anormal que se repite varias veces durante la noche. La evidencia apunta a que la DPN es una forma de epilepsia.
Ataques nocturnos
Estos ataques, que se producen sólo durante el sueño, pueden causar que la víctima llore, grite, caminé, corra, o que murmure. Al igual que otros ataques, por lo general son tratados con medicamentos.
Trastorno del comportamiento REM (TCR)
El trastorno del comportamiento del movimiento ocular rápido, o TCR, es un trastorno del sueño REM grave que puede causar lesiones. El cuerpo experimenta generalmente atonía, o una parálisis temporal, durante el sueño. Esta es una medida de seguridad que nos impide actuar físicamente mientras soñamos.
La causa exacta de la enfermedad es desconocida. La gente por lo general puede recordar sus sueños, pero no tienen conciencia de moverse durante el sueño. La condición puede causar lesiones tanto al paciente como a miembros de la familia.
El tratamiento comienza con una prueba de polisomnografía que es necesaria para el diagnóstico del TCR. Si los síntomas de TCR son lo suficientemente graves, se recomienda dormitorios independientes para la víctima y su compañero/a de cama. Los dormitorios deben estar en la planta baja para evitar que el paciente caiga por las escaleras y se debe quitar cualquier objetos peligrosos de la habitación.
Arritmias cardíacas del sueño REM
Una arritmia es un cambio de las contracciones normales del corazón. Las personas que tienen enfermedad de la arteria coronaria y cuyo oxígeno en sangre se reduce por los trastornos respiratorios del sueño pueden estar en riesgo de arritmias, que tienen lugar durante el sueño REM. El tratamiento con presión positiva continua puede reducir este riesgo.
Enuresis del sueño (enuresis)
La enuresis o enuresis nocturna del sueño es la incapacidad de controlar el flujo de orina durante la noche. Hay dos tipos de enuresis: primaria y secundaria. En la enuresis primaria, es cuando una persona que ha superado la edad de controlar la vejiga todavía no lo ha hecho. La enuresis secundaria es cuando una persona ha mojado accidentalmente la cama después de haber tenido control de la vejiga durante seis o más meses.
Sonambulismo
El caminar dormido, o sonambulismo, es quizás el trastorno más conocido. El sonambulismo se produce cuando una persona parece estar despierta y se mueve, pero en realidad está dormida.
Los sonámbulos no tienen ningún recuerdo de sus acciones. El sonambulismo ocurre con mayor frecuencia durante el sueño no REM profundo (fases 3 y 4 del sueño) a principios de la noche. Puede ocurrir durante el sueño REM en la madrugada.
Los sonámbulos suelen ser principalmente los niños, aunque el trastorno puede ocurrir también en adultos. El sonambulismo parece darse en familias. El sonámbulo puede simplemente estar confundido o desorientado durante un tiempo corto después de despertarse.
Despertar a un sonámbulo no es peligroso, sin embargo sí que puede ser peligroso para el sonámbulo, ya que al no ser consciente de su entorno se choque con objetos o se caiga.
Hablar en sueño
Hablar estando dormido es un trastorno de transición sueño-vigilia. Hablar dormido o somnoliento, es inofensivo y generalmente temporal. Aunque por lo general es inofensivo, hablar dormido puede ser molesto para el compañero/a de dormitorio.
El habla que se produce durante el sueño puede ser breve e incluir sonidos simples, o puede implicar largos discursos. La persona no suele tener ningún recuerdo de su acción ya que no afecta el sueño. El hablar estando dormido puede ser causa de factores externos, como la fiebre, el estrés emocional u otros trastornos del sueño.
Los terrores nocturnos
Una persona que experimenta una noche de terror o terror nocturno, se despierta bruscamente de su sueño en un estado de terror. La persona que tiene un terror nocturno tendrá signos de miedo intenso, como los ojos muy abiertos con las pupilas dilatadas, latidos acelerados del corazón, sudoración y respiración rápida.
Los episodios ocurren generalmente durante la primera hora de conciliar el sueño, el punto en el que comienza el sueño profundo y duran alrededor de 15 minutos. Después del episodio, la persona vuelve a dormir, incapaz de recordar el incidente por la mañana, porque no estaba completamente despierto.
Los terrores nocturnos suelen ocurrir durante la fase 3 o fase 4 del sueño, las etapas más profundas del sueño. Los terrores nocturnos son similares a las pesadillas, pero por lo general se producen durante el sueño profundo.
Las personas que experimentan terrores nocturnos pueden ponerse en peligro a sí mismos u otros, debido a los movimientos de las extremidades. Los terrores nocturnos son bastante comunes en niños de tres y cinco años de edad. La fuerte tensión emocional y/o el alcohol puede aumentar la incidencia de los terrores nocturnos en los adultos.
Para niños y adultos, los terrores nocturnos pueden ser el resultado del estrés, alteración psicológica o la privación del sueño. Dormir en una cama diferente también puede desencadenar episodios de terrores nocturnos.