Frecuencia diaria del sueño MOR

Frecuencia diaria del sueño MOR, si el sueño MOR está presente en cada uno de los ciclos de sueño, hay que pensar en principio que se sueña unas cuatro veces cada noche. Pocas personas estarían dispuestas a admitir esto.

La razón radica en que, al no ser conscientes, no se fijan las escenas soñadas en la memoria; sólo cuando el componente emocional de alguna de ellas es suficientemente intenso, hace más superficial el sueño e incluso llega a despertar al que sueña, y entonces se suele recordar que se ha soñado.

Decía, unas líneas más arriba, que se admite que se sueña en todas y cada una de las fases de sueño MOR, lo que ha quedado demostrado experimentalmente, como veremos un poco más adelante. Incluso es frecuente, sobre todo en los dos últimos ciclos del sueño, que en una sola fase MOR se sueñe más de una vez.

Corte sagital de un cerebro de gato. Con puntos se han representado los centros cuya estimulación da lugar al sueño sincronizado; con rayas aparecen los territorios responsables del sueño desincronizado. La sección A (cerebro aislado) da lugar a un estado de coma permanente; la sección B (corte medio-pon- tino) provoca una situación de vigilia permanente.

No es la fase MOR la única en la que se sueña, sino también durante el sueño profundo, pero es mucho menos frecuente, pues apenas representan el 10 % de los sueños. Se admite que los sueños que tienen lugar durante el sueño profundo son más bien del tipo de pesadillas.

Kleitman, experimentando sobre nueve personas jóvenes, a las que despertaba cuando el trazado EEG indicaba que se encontraban en sueño MOR, o bien en sueño profundo, pudo comprobar lo siguiente: de 198 ocasiones en que fueron despertadas en fase MOR, en 152 afirmaron que estaban soñando. Estos mismos sujetos fueron despertados 160 veces en fases distintas a la de sueño MOR y solamente en 9 ocasiones afirmaron que soñaban.

M. Jouvet, sin hacer un recuento exacto —como en el caso de Kleitman—, considera que aproximadamente el 90 % de los sueños tiene lugar en la fase MOR y el otro 10 % en las restantes fases.

Hemos dicho anteriormente que, en conjunto, la duración del sueño MOR es de unas 2 horas cada noche. Ahora bien, no hay que pensar que soñamos durante todo ese lapso. Se ha podido comprobar que el tiempo durante el que soñamos viene a coincidir con los momentos en que tienen lugar los movimientos oculares rápidos.

Esta relación ya fue sospechada por Ladd, profesor de la Universidad de Yale, quien suponía, por el año 1892, que los movimientos de los globos oculares, observables aunque el que duerme permanezca con los párpados cerrados, era signo de que se estaba soñando. Casi medio siglo después, en 1937, Jacobson escribía:

Cuando una persona sueña, con gran frecuencia sus ojos se mueven. Despiértale en esa situación y lo más probable es que te diga que estaba soñando.

Si existe una coincidencia entre los movimientos oculares rápidos y los sueños, ésta supone dos cosas: por un lado, que el tiempo en el que transcurre un sueño es rápido y, por otro, que muy posiblemente soñamos varias veces en cada fase de sueño MOR.