Índice de contenido
Equipamiento del dormitorio
- Elige una cama bastante alta: es más accesible si tienes problemas de reumatismo.
- Evita las alfombras en el suelo que pueden atraparte los pies.
- No encere demasiado el suelo del dormitorio para evitar resbalones.
- Ten un teléfono en la mesilla de noche o lleva un sistema de llamada de emergencia colgado del cuello. Es tranquilizador y ayuda a avisarte si hay algún problema.
Que hacer por la noche
- Evita las comidas copiosas, pero procura que la cena incluya algunos alimentos ricos en almidón (azúcares lentos: patatas, pan, arroz, pasta, etc.).
- Evita los estimulantes como el alcohol, el café, el té y la Coca-Cola.
- Cumpla su ritual antes de acostarse (infusiones, lectura, relajación).
- Evite los somníferos.
- Acuéstese sólo cuando aparezcan los primeros síntomas de sueño: bostezos, picor de ojos, etc., y levántese si no se duerme en media hora.
- No se preocupe si se despierta por la noche. Son completamente normales cuando son breves, ya que separan los ciclos de sueño, que duran entre una hora y media y dos horas.
Una vez en la cama
- No debes arrastrarte hasta la cama, sino reducir el tiempo que pasas en ella.
- Si está despierto, puede disfrutar de una serie de actividades tranquilas (tejer, escribir, leer, etc.) durante la noche, pero es aconsejable esperar a que vuelvan los signos de cansancio antes de volver a la cama.
- Limite la siesta a 30 minutos a primera hora de la tarde, no a última.
- Por la noche, hay que luchar contra el sueño para mantener un buen nivel de «presión de sueño» al final del día. Cada siesta durante el día reduce nuestro «capital de sueño» para la noche siguiente.
Por la mañana y durante el día
- Por la mañana, no te entretengas en la cama: es aconsejable levantarse a una hora regular en cuanto se abran los párpados.
- Si es posible, exponte a la luz natural por la mañana (como mínimo, abre las persianas y deja que entre la luz exterior). Si eres muy mayor y estás en cama la mayor parte del tiempo, procura que la habitación esté bien iluminada, abriendo las persianas, pero también con mucha luz artificial.
- Haga algún ejercicio físico durante el día, si es posible por la mañana: paseos, gimnasia suave, o movilizaciones a cargo de un fisioterapeuta, etc.